Este es de esos posts improvisados, pero que a partir de un tema lanzado por Madresfera – recordad que participé en la «Cita a ciegas» aquí – para compartir las diferentes experiencias en el «adiós al pañal», nos vino muy a tono ya que hace sólo unos días que quitamos el pañal (de día) a nuestra pequeña M.

Teniendo ya la experiencia de su hermano, y que los dos hayan ido a la misma guardería donde comenzaron el proceso de control de esfinteres, siempre de una forma lúdica y participando a todos los niños, tuvimos plena confianza que en esta oportunidad iba a ser igual de exitoso.

Con el mayor de nuestros peques, el proceso se dio en Diciembre, unas semanas antes de Navidad, y aunque muchos padres puedan pensar que este tipo de cosas es mejor hacerlo en verano, etc etc, la verdad que como en definitiva es un tema de maduración del niño, no tuvimos problema. Cuando la profe nos dijo que «estaba listo», quitamos el pañal en casa y ayudándole para ir al baño y que no se distrajera, fue todo bien. El pañal de la noche sí que nos costó más, pero ya está superado!!!

Hace ya como un mes que la profe de la pequeña nos dijo que podíamos quitarle el pañal. Pero claro, coincidió que estábamos en pleno proceso de mudarnos, con nervios a flor de piel (de los papás, claro), con abuelos de visita, y tantas cosas a la vez no es bueno. Lo intentamos una mañana y al mediodía ya habíamos puesto el pañal de nuevo. Así que le dijimos a la profe que esperaríamos a estar mudados y que con tranquilidad lo intentaríamos en unas semanas.

Y eso fue el sábado pasado. Después de haber comprado varias «braguitas» y hecho casi una fiesta alrededor de ellas y de su protagonista, pasamos el primer finde «sin pañales».  Para la siesta y para la noche aún los lleva, pero poco a poco. Es fundamental que los papás estén tranquilos en este proceso y acompañen al /la peque con mucha naturalidad y entusiasmo ante el gran paso que van dando!!

Reconozco que incluso hemos puesto alguna pequeña recompensa y celebrado lo mayor que se está haciendo! el apoyo de todos, papás, hermanos (y aquí una mención especial al «Gran» M, que aún con algunos celos, acompaña y celebra los logros de su hermana!) es básico y por eso creo que no hay que tener prisas, y esperar que cada niño tiene SU momento.

Así que, en este acto os digo «Bye, Bye Mr. Pañal…Hello Ms. Braguita!»

Besitos,